jueves, 19 de enero de 2012

[SEVILLA SEVILLA SEVILLA] Alfredo Relaño; ese periodista consecuente y constante

Hoy, la prensa madrileña aún digiere el enésimo ridículo de su Madrid frente al Barcelona, y el último ridículo de Mou y sus secuaces en el campo y fuera de él.

Incluso cuando la gran mayoría de la afición madridista no puede defender lo que anoche hizo Pepe, hay algunos periodistas que miran para otro lado. Afortunadamente no son todos.

Uno de los "cabecillas" de la Prensa Madrileña, en el sentido más despectivo posible de la expresión, trata y trató el problema de la violencia en el fútbol de forma vergonzante. Hablo de Alfredo Relaño.

relaño

A continuación adjunto el artículo de opinión que Alfredo Relaño publicó tras la entrada (durísima) de Javi Navarro a Arango (enlace):

Hace tiempo que vengo lamentándome de la permisividad de los árbitros con los codos que los jugadores lanzan a pasear en las disputas aéreas. Enmascarados en movimientos de equilibrio en el aire, de protección, de acompañamiento del cabeceo, cada vez son más los jugadores que sueltan codazos. Peligroso. Muy peligroso. Los puntapiés sacuden por abajo y pueden producir fracturas, pero en zonas no vitales del cuerpo. Los codazos sacuden en la cabeza, donde tenemos todo lo necesario para pensar, para ver, para respirar, para comer... Y el codo es un percutidor duro y agudo, que aplicado con violencia puede hacer un gran destrozo.

Hace tiempo también que todos venimos observando un odioso cultivo por parte del Sevilla del juego duro. Lástima, en un club admirable por tantos otros méritos. Pablo Alfaro ha pasado por multitud de equipos, pero sólo ha sido acogido como bandera allí. Junto a él se ha asilvestrado Javi Navarro, el autor de la última fechoría. Ahora verá que no hace falta que haya enfrente un galáctico para que se forme la gorda. Ahora verá que esas cosas no se pueden hacer. Y una reflexión para el Sevilla: hace muchos años el Granada se creó una leyenda de terrible, a la que el Sevilla se está acercando peligrosamente. Y miren ahora dónde está el Granada.

Escuchar ayer las declaraciones de Javi Navarro no fue nada edificante. Sabe mal su terquedad, su defensa de un modelo de fútbol desagradable y dañino. Y ahora nos encontramos de bruces con el defecto del sistema de administración de justicia de nuestro fútbol. Siguiendo los antecedentes, Javi Navarro no debería ser sancionado. El Comité, en casos similares, ha argumentado que no cabe rearbitrar el hecho ya juzgado. Pino Zamorano vio la acción y la sancionó sólo con tarjeta amarilla. Esa es la otra cara del problema: estos árbitros desastrosos que enseñan tarjetas por cualquier protesta y que son incapaces de perseguir los malos instintos.

Todavía desprende mierda ese articulito…

Hoy en cambio, hablando del partido de ayer, también tiene unas palabritas para Pepe. Un tío tan luchador contra el juego sucio es normal que lo haga.

Para quien no quiera leerlo entero (es muy comprensible), subrayo "todo" lo que dice del portugués (enlace):

Seis para contener, tres para contraatacar. Así dispuso Mourinho su equipo ante un Barça que sacaba su equipo de gala, salvo la generosidad de Guardiola con Pinto. Con el añadido de la presencia sorprendente de Altintop y Carvalho en el equipo inicial. Y Pepe en la media, a alborotar. Por unos momentos, el plan pareció que podía salir. Un buen contraataque, Pinto que echa una mano y el Madrid por delante. Luego, a esperar, siempre con esa amenaza latente del contraataque potencial. Lejos de la portería no quiere decir necesariamente lejos del gol. Mientras, el Barça, a lo suyo: hilar y esquivar tarascadas.

Pasó como en la Liga: el Madrid fue a menos y el Barça a más. A medida que el buen juego de los blaugrana iba desanimando el coraje defensivo del Madrid, la cosa se fue haciendo más clara. Sólo jugaba el Barça, jugaba bien, metía balones profundos, Casillas respondía... O el palo. Pero eso no podía acabar más que como acabó, con otra victoria del Barça, con otra desilusión del Bernabéu, que se quedó con la peor de las sensaciones: traición al juego, equipo duro, juego defensivo en el que aparecían rendijas, la evidencia de que por este camino tampoco... Y Pepe, soportar el bochorno de Pepe.

Porque, alborotado como es, acentuarle esa tendencia alborotadora es convertirle en un puro botarate. Pisó, enredó, fingió... Un buen central convertido en un agitador sin causa. Es verdad que el Barça es buenísimo, ante el Madrid mejor, pero para perder tan seguido ante él no hay por qué perder a la vez el decoro. Mourinho ha probado varias fórmulas, esta llegó a parecer que podía funcionar, pero ya es hora de descartarla. Ahora que es manager, puede buscar en el mercado centrocampistas de calidad a fin de contrarrestar buen fútbol con buen fútbol. Con frecuencia funciona.

¿Alguna diferencia?

Le ha llamado agitador… es increíble cómo este hombre puede ser tan duro con un jugador madridista…

Que no se le ocurra a Spahic sacar un codo el sábado…

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Publicado por Santiago Mora para SEVILLA SEVILLA SEVILLA el 1/19/2012 06:19:00 PM

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