Una de las cosas más bonitas que un padre puede compartir con su hijo es la pasión por unos colores, en este caso los blanquirrojos del Sevilla.
Una de las cosas más bonitas que puede haber en este sentido, es ir los domingos (o sábados o lunes) junto a tus hijos al fútbol; llevarles a ver eso que a ti tanto te gusta y transmitírselo, de modo que él lo sienta como tú.
A mí, por edades, ese momento se me está acercando, y la decisión de hacerlo o no de manera regular deberé tomarla en no demasiado tiempo.
Con mi hija he ido a dos partidos hasta ahora; un Sevilla At-Cádiz el año pasado en el Estadio y al Trofeo Antonio Puerta en el que le metimos 5 goles al Espanyol este verano. Mi hija se asustaba con los goles (y eso que no había demasiada gente) del Sevilla, así que aún es pronto para ella, pero dentro de poco esto ya no será así y la verdad es que no sé que hacer.
Conozco a algunos, y he oído a muchos, que no llevan a sus hijos al fútbol por el ambiente que allí se vive, y por el miedo que les supone.
Lo que pudiera ser una gran contradicción, es una realidad más grande que la "bota de Italia", y debe hacernos pensar que algo se está haciendo mal, rematadamente mal.
No creo que sea el miedo a una pelea el que haga que uno deje a sus hijos en casa, porque en nuestro Estadio es complicado que te pase algo así si vas con un mínimo de prudencia y educación, aunque cierto es que todos los que llevamos años yendo por allí, hemos asistido a episodios violentos muy cerca de nosotros; muchas veces incluso entre propios sevillistas.
¿Es entonces el ambiente de alcohol, tabaco u otras sustancias que en muchos casos existe el que no nos gusta?
¿Es el lamentable comportamiento de aficionados con una verborrea patética en el que entre insulto e insulto a veces hasta usan usan pronombres y artículos?
Al final creo que es una mezcla de todo lo anterior. Muchos usan el fútbol como salida a sus frustraciones personales y como vía de escape a sus problemas diarios; pero claro, esto nos afecta a todos.
No son sólo chavales de 20 años, también señores de 60, cada uno a su "estilo", los que hacen sentirnos incómodos a muchos en los Estadios.
Muchas veces, en muchos partidos, presenciando a algunos de estos aficionados me he dicho… ¿estaría yo a gusto con mis hijos aquí y ahora?
La respuesta normalmente es que no…
Pero… ¿por culpa de todos estos voy a dejar de compartir con mis hijos todos esto?
¿Por culpa de algunos voy a permitir que mis hijos se pierdan todo lo que vivimos los sevillistas?
El fútbol, está claro, que es un reflejo de la sociedad, aunque un reflejo amplificado, ya que la "masa", la multitud, hace sacar lo peor de cada uno.
Muy complicado y muy injusto… algo estamos haciendo mal, muy mal… porque esto hace 15-20 años no era así.
La solución es…. ¿pero hay solución?
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Publicado por Santiago Mora para SEVILLA SEVILLA SEVILLA el 10/09/2011 12:48:00 PM
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