Después de varias semanas en las que por motivos ajenos a este blog no hemos podido tener la sección "Así nos ven" , volvemos con ella. En esta sección, un bloguero aficionado del equipo al que nos enfrentamos en la jornada de liga nos da su opinión sobre cualquier tema relacionado con el Sevilla.
En este caso contamos con el blog de la Peña de la Real Sociedad "Txuri Urdin Lagunartea", de la que uno de sus miembros, Harizt, ya colaboró en esta sección en la primera vuelta, y ahora su Presidente Jorge Rivas es quien la realiza.
Desde aquella primera colaboración he mantenido cierto contacto twitero con Rivas, y por ello me alegra que sea él quien haya realizado este artículo. Por ello le agradezco su toal disposición desde el momento en el que se lo propuse.
Adjunto su artículo:
Tengo que empezar diciendo que estoy encantado con la invitación de Santi, pero por otro lado no me gusta tener que escribir este post. Y es que estoy sustituyendo a HARITZ, secretario de nuestra peña, Txuri Urdin Lagunartea, que se está recuperando, si los resultados y el juego del equipo le dejan, de un infarto. Permitidme, pues un fuerte abrazo para él desde estas líneas.
Los partidos contra el Sevilla me recuerdan a FÚTBOL con mayúsculas. Fútbol de el de antes, de ese que ya no queda. Garra, entrega, físico, táctica y un nivel técnico individual que ha ido creciendo a lo largo de los años. Pero si tengo que acordarme en concreto de un Sevilla - Real Sociedad hubo uno a finales de los 90. Puede que ya existiese la TDT, pero yo, como muchos otros fines de semana, estaba en el local para jóvenes que tienen los Padres Carmelitas en Amara Viejo. Había una radio, y la Real perdía 2 a 0. Por aquel entonces ya había pasado la euforia de los títulos y los chavales de mi generación soñábamos con ir a la UEFA como mucho. En los minutos finales la Real fue capaz de remontar y ganar 2 a 3, casualmente mismo resultado que este año en Anoeta. No recuerdo quienes marcaron los goles. Es posible que fuesen Gica Craioveanu y De Pedro. Sólo recuerdo la alegría de la celebración en un sótano diáfano e iluminado por luces de cocina.
En cambio, los más viejos del lugar siempre recuerdan un empate en el Pizjuán en el que la Real perdió la que pudo ser su primera liga, "la liga de la imbatibilidad", aquella en la que se forjó el mismo récord que mantuvimos hace dos semanas contra el FC Barcelona. Yo aún no había nacido.
Momentos como aquellos, de radio, de tensión, de remontada, son los que hacen que uno se enamore del fútbol y de su equipo. Del equipo de su ciudad, que además es el campeón de liga más "pequeño" de la historia. Y de un fútbol de verdad, con espíritu, con una profundidad que el Cristianismo Mesiánico actual no alcanzará nunca. Porque a un chaval le puede maravillar cómo enchufa Cristiano las faltas, o como Messi es capaz de marcar goles que sólo el más hábil consolero de salón es capaz de imaginar, pero ese fútbol pasará, y el fútbol de siempre, el de la lucha, la entrega de uno para el equipo y no del equipo para uno, el de clubes que representan unos valores que hoy escasean como el trabajo, el sacrificio y el esfuerzo personal, permanecerá para siempre y a pesar de los "puntopeloteros".
Cuando hace ya cuatro temporadas se consumó la fatalidad, el descenso de nuestra querida Real al pozo de la Segunda, a ese infierno tan complicado del que queremos escapar de nuevo, pensé inmediatamente en el Sevilla. Había que renovar la plantilla, fijarse en la cantera y atinar con los fichajes. Así lo hicisteis por allá y después de eso sólo soy capaz de ver títulos, participaciones en competición europea y peleas de tú a tú con los megaclubes del Cristianismo Mesiánico. Veo a un equipo hecho, que sabe a lo que juega, que mueve rápido la pelota y que hace peligro tanto por bandas, como en el fútbol más clásico, como por el centro cuando el rival se abre. Y además, teniendo a gente de la casa como Navas, Capel o Javi Varas, y buenos fichajes como Negredo o Kanouté. No me quiero olvidar de Romaric, un jugador que me causó muy buena impresión en Anoeta, al menos a mí.
Espero que este domingo veamos un partido de los de antes, de tensión, emoción y goles. De pelea sobre el césped y de respeto entre dos clubes que aún son capaces de oponerse a las leyes que dictan los gurús del Cristianismo Mesiánico. Tengo que ser egoísta y decir que necesitamos al menos un punto, cuando no la victoria, para no pasar apuros. Pero eso se decide en el césped y yo poco o nada puedo hacer. Y ante todo, que la Real no repita la imagen que dió la última vez que pisó el Pizjuan: una derrota estrepitosa contra el Sevilla Atlético, en nuestra segunda temporada en segunda, que hundió anímicamente al equipo y que propició que se nos escapase el tren del ascenso otro año más.
Un gran abrazo (besarkada haundi bat) y que gane el mejor.
Rivas
Presidente de la Peña Txuri Urdin Lagunartea.
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Publicado por Santiago Mora para SEVILLA SEVILLA SEVILLA el 5/14/2011 05:30:00 PM
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